Thursday, September 18, 2008

Aun no ganan los malos

Nueva demostración de que la ley está para cumplirla, no para reinventarla según los intereses de cada cual.

www.elmundo.es

La Audiencia Provincial de Madrid confirma que enlazar a redes P2P no es delito

MADRID.- La Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado una vez más que enlazar a redes P2P no constituye un delito.

Según han informado David Bravo y Javier de la Cueva, abogados defensores de Sharemula, la Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado el sobreseimiento libre en el caso Sharemula que realizó en septiembre de 2007 el Juzgado de Instrucción nº 4 de Madrid.

Este auto de la Audiencia Provincial de Madrid es firme, por lo que ya no cabe recurso alguno contra él.

Según los abogados defensores, en el auto, la Audiencia confirma las tesis de la defensa señalando que enlazar a las redes de pares (P2P) no constituye una actividad criminal, a pesar de que ésta sea la tesis mantenida por las acusaciones particulares.

En el auto destacan algunas afirmaciones. Por ejemplo, que "un enlace simple no supone vulneración de los derechos de propiedad intelectual. Este tipo de enlaces constituye únicamente una forma de facilitar al usuario de Internet el acceso a otra página web, ya que no reproducen la página enlazada, ni dan lugar a un almacenamiento de la misma en la propia página web de la remitente".

Además, también dicen los defensores que la actividad de una página web cuyo contenido son enlaces debe estudiarse conforme la regulación de la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio, de 11 de julio de 2002, ya que la web es un prestador de servicios puesto que su actividad se centra en facilitar "enlaces, ni aloja archivos, ni realiza directamente la descarga, limitándose a facilitar una dirección donde se puede descargar la obra, esto es, su actividad se centra en enlazar".

El caso fue archivado hace casi un año, por la misma razón por la que ahora se ha confirmado su sobreseimiento, después de que los responsables de la página sharemula.com fueran detenidos.

Poco después, la industria audiovisual decidió recurrir la sentencia, ya que, según ellos, la decisión del juez "no crea precedente jurídico si se tienen en cuenta las 22 causas abiertas contra páginas web que, en todos los casos, están llevando adelante la instrucción, consideradas por el momento delito por los jueces que las tramitan".

La acusación estaba formada, entre otros, por la SGAE, Microsoft, Promusicae, EGEDA, y productoras de cine como Columbia Tristar Home Entertainment, Walt Disney, Twentieth Century Fox, Warner, Universal o Paramount.

Sunday, September 14, 2008

Los girasoles ciegos

Publicado en www.miradas.net

LOS GIRASOLES CIEGOS: Postales desde el folio.




El cine español en las adaptaciones, la literatura de aquí en las pantallas. Una relación tan difícil como desaprovechada, tan pasajera como sedentaria. Raquítica, desperdiciada, lúgubre. Repetitiva, literaria, literal. Y si encima hablamos de la posguerra y su podredumbre, la miseria interior y el desgarro externo, los olores, el hambre y la tierra, los vencidos y los desvencijados y demás paisa(na)je invariable, empieza todo a aproximarse a lo que ya conocemos. Y lo que ya conocemos poco nos sorprende. Es literatura y ya.

Por eso adaptar a Alberto Méndez (qepd), y su único libro publicado, era una tarea tan ardua como suicida viendo los antecedentes (más de pena que penales) de las últimas obras de Cuerda. Lejos quedó Fendetestas y Teodoro y cerca el academicismo funcionarial de Las lenguas de las mariposas y el desastre total de la infausta La educación de las hadas. Cuerda, definitiva y definitoriamente, se ha acomodado en un estilo neutro, pulcro, insípido e impersonal que dilapida la simpatía con que su trabajo era recibido años atrás por su atrevimiento, osadía y humorismo casi jardielesco. De su posicionamiento no queda nada, su ramplón posibilismo lo invade todo.


Los girasoles ciegos no es ni una mala película, ni una mala adaptación (en eso no entro porque creo fervientemente en la diferenciación intrínseca de todas las artes), es simplemente una obra marcada por el qué dirán y por lo que ya dijimos, por las jugadas cansadas y los espectadores despreocupados. Un Marienbad prosaico que para hablar de poesía tiene que citar poéticas, que para mostrar el silencio tiene que hablar hasta por los codos (Azcona escribía muy bien pero a veces eso en cine no es del todo positivo) y que para manifestar la represión recurre a una iconografía tan básica como superada por conocida y redundante. Que si estaba en el libro, que si Alberto Méndez quiso, que si la guerra civil (y la posguerra eclesiástica) fue, que si mi abuela (y los héroes del silencio y los últimos de la fila) lo vivió en directo, no legitima la anodina puesta en escena de un autor que de tanto mirar al pasado es pretérito impertérrito.

La película se ve como el que se para en un kiosco de Madrid a observar las postales de a 0,30. Con la indiferencia de la incredulidad de lo que es espejo de lo que tienes delante (parezco un cantautor malo), con el regocijo de reconocer símbolos que trasciende el tiempo en pos del lugar y lo inmediato. Luego si te paras a mirar, los edificios parecen de cartón piedra, los coches, de atrezzo, y los peatones, actores disfrazados listos para actuar en Amar en tiempos revueltos o Los miserables, el musical. Pero no entras a valorarlo como realidad (la gran baza ideológica de la propuesta) ni tan siquiera en espejo diacrónico de esa realidad. No existen puertas, solo fotos de ventanas.

Además en la película no se puede entrar porque a Raúl Arévalo no te lo crees desde el primer segundo en el que sale y desde el segundo minuto en el que habla. Ni es el personaje ni lo parece. Su esfuerzo es patente pero el personaje lo arrastra por el lodo de la indefinición, la sobreactuación y lo inadecuado. La complejidad de lo escrito se choca de bruces con la mediocridad de lo rodado, por mucho que el actor haya trabajado desde la dicción al lenguaje corporal, desde las miradas a los abruptos ataques libidinosos de un mal santo y peor hombre. Además contraponerlo a Egido o a Verdú (sin duda lo más salvable junto a la espontaneidad de un Princep empeñado en intentar rasgar el cartón del resto de la película) en casi todos los planos hacen que el naufragio, más que lástima, a veces de risa. Un actor que de momento había bordado los roles secundarios no puede llevar el peso pluma de tan aleve levedad compositiva.

Lo demás es cartón y piedra, cuchillo sin filo, tijeras sin punta, el poder de lo escrito sobre lo visto, palabras que se acumulan como uno de esos sermones que parece quererse criticar en la doble moral de una iglesia con olor a orín y lefa acumulada. Postal rancia de vieja tipografía y hormigas que quieren ser personas a fuerza de acumular rostros en el agujero negro de nuestra pertinaz sequedad creativa. A pesar de eso, no es de lo peor del año cinematográfico español pero tampoco y su visionado es posible (¿otro cine español también) como el de la también mediocre Una palabra tuya.

Wednesday, September 10, 2008

Los huidos

Nuevo libro de poemas del gran David Eloy Rodríguez, amigo y poeta, historiador de las heridas y los abrazos, maestro de la vida. Un adelanto.




LÍNEAS DE FUGA





Huir lejos del odio y sus madrigueras

encendidos de pasión y búsquedas.

Huir por desesperaciones y refugios

con un equipaje de amor y desasosiego.

Huir hacia una hora sin puntos cardinales,

como equilibristas por el fino cordel de la cordura

o como mendigos que persiguen

un merecido corazón sobre la tierra.

Huir guiados por brújulas rotas.

Huir confiando en la fuga.

Huir para encontrarnos.