Thursday, March 23, 2006

¿No me gustan las despedidas?

Escrito en el foro ACB (hacía tiempo que no escribía algo en serio) y dedicado a mi excompañera Montse


Siempre lo he dicho y normalmente me mantengo en mis trece y en mis 31 sin llorar ni nada parecido. Pero se acaba de ir mi compañera de curro y ha ido despidiéndose uno a uno de todos los trabajadores de la agencia. Desde el presidente hasta la limpiadora. Yo me voy la semana que viene y no sé si he visto el futuro o simplemente me quedo anclado en el pasado pero he visto algo. No he llorado, que quede claro. Pero podía haberlo hecho y no hubiera pasado nada más que lo que ha pasado. He ido delante de ella llevándole la maleta. He bajado a la calle y nos hemos abrazado. "Tenemos todavía muchas cosas que hacer juntos", por ejemplo la fiesta conjunta de despedida. Un hijo de pluta nos ha quitado un taxi. Otro lo ha intentado después y me he ido para él. Todo el mundo con grandes abrigos, la Gran vía llena de bufandas y sombreros, yo en camisa de verano encarándome con un encorbatado. Le he conseguido el taxi y nos hemos despedido. Yo he caminado los 15 metros que separaban al taxi del edificio de mi agencia y he tenido la sensación de que estaba en un videoclip o en el final de una película. Un travelling con música de Bob Dylan y un frío de narices. Creo que son secuencias de estas que se te quedan marcadas en el hipotálamo y en el cerébelo y en la mirada y en el corazón. Tras dos años trabajando en este lugar, éstas serán las imágenes que vengan a mi cabeza. Seguro que más aún que la de mi despedida.

Por eso me cuestiono si realmente no me gustan las despedidas o sí realmente me dan más miedo que otra cosa. Por lo que me afectan, por lo que me infectan. Por eso, ¿Qué pensáis de las despedidas? De la casa familiar, de soltero, de tu pareja, de la chica/o que conocistes (en sentido bíblico o no) aquella noche, de una étapa de tu vida, de la abuela que se apaga, del niño que fuiste. No sé, por ejemplos.

5 Comments:

Blogger Beaumont said...

Despedirse, si es para algo mejor, no es malo. La gente tiene la manía de asociar la nostalgia con algo malo, pero no se dan cuenta que es un recuerdo de algo bueno que sucedió, y como está el patio, es bueno tener recuerdos agradables. Las despedidas en si ponen triste a todos, pero si nos abstraemos un poco, no dejan de ser un suma y sigue de lo que somos ahora, de lo que fuimos, y de lo que seremos mañana. Así que amigo, espero que la próxima vez que nos veamos, esbocemos una sonrisa, nos bebamos una cerveza, y me expliques lo bien que te va en tu nuevo trabajo. Ahora me despido de ti (beaumont, que puede que te escriba el otro) y pásalo de miedo.

11:53 AM

 
Blogger ana said...

A mí no me gustan.. y últimamente y por un tiempo aún, me gustan menos que nunca... parece que se me queda un cachito de mí en ese aeropuerto/estación/donde sea...

3:14 PM

 
Blogger El Kalandraka said...

Agarrarme que me cargo al corbata ese cabrón que te quitó el taxi. Me hubiera gustado verte bajando la maleta, una mezcla de Bud Spencer y el botones Sacarino.
¿Y?

5:19 PM

 
Blogger totito said...

Siempre nos queda el hipotolomo ese que no nos deja nunca despedirnos del todo. Una despedida es también una puerta abierta que nos lleva a otras despedidas y así sucesivamente: el eterno hipopotalamo.

2:01 PM

 
Blogger Miada said...

Ya me gustaría que alguien pueda escribir palabras semejantes cuando me despida de él/ella... a mí las despedidas no me gustan, vamos igual que a cualquiera, pero si son para bien del que se va, la sonrisa puesta...:)

Un beso.

8:17 AM

 

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