Monday, June 16, 2008

La television, la nueva America

Hace unos meses que estoy escribiendo para la revista gaditana The Spy que está permitiendo hacer mis primeros pinitos en mi profesión soñada: la crítica televisiva.

LA TELEVISIÓN, LA NUEVA AMÉRICA
Sobre los sueños de cada cual y su retransmisión


No sé sabe ni cuánto años hace que empezó el primer Gran Hermano (con su Ismael, su Ania y su Iñigo entre otros) pero el género ha seguido degenerando hasta dar resultados infalibles sobre postulados inaceptables. Casi todos los participantes, ya sean de cantar, posar, bailar o malmeter se parapetan bajo un epígrafe inamovible e indiscutible: vienen a cumplir un sueño y harán lo que sea por conseguirlo. Incluso ir a un programa de televisión.



Hace poco terminó Fama, un realitie en el que se premiaba el esfuerzo, el arte y la diversidad frente a los estandarizado. Pero eso es flor de un día, amigos. Vuelven las modelos robóticas, los cantantes engolados y pronto se instalarán en nuestros hogares los vagos redomados de Gran hermano, el referente esencial y primigenio. Otros singulares usurpadores de nuestros días quedaron por el camino entre casas de tu vida, supervivientes (la edición de Amagoia, Kaky y Francesca siendo encabezando el Top10 de este tipo de programas), escuelas de actores, buses a 20, factores x o popstars. Y es que el éxito efímero se confunde con los sueños eternos del reconocimiento inmediato. 15 segundos de gloria entre spot publicitarios que duran vidas sin producto.

Este año Supermodelos incorpora chicos a su elenco de chicas suponemos que para conseguir desligarse del embrión machista que fomentaba la humillación y la perpetuación de valores y estereotipos perennes. Vano intento mientras siga consagrándose a la frivolidad superficial e inherente a una forma ficticia y disfuncional de ver la vida (y su reflejo) que tiene al bonicó del tó del estilista Josie como referente. La cadena de televisión ha adelantado el horario de la muerte de este simulacro tal como Risto y el público adelantó el de Tania en Operación Triunfo, por no adaptarse a ninguna norma de normalidad catódica. Mientras la vida siga imitando a la mala televisión, los sueños (de la sinrazón) se seguirán tornando pesadillas.

1 Comments:

Blogger Miguelito said...

Te echo en falta en esa crítica; ya que estás en un sueño quítate el corsé.

8:04 AM

 

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