Monday, May 05, 2008

Morfologia del cuento: El mal

Todos estamos invitados (Manuel Gutiérrez Aragón, 2008)
Por Manuel Ortega
www.miradas.net

Sobre el cine necesario

Siempre me ha extrañado leer lo que seguramente yo cuando era más joven (o más listo o más iluso o más algo) puede que haya escrito . Siempre he sentido curiosidad por un adjetivo que los críticos siguen utilizando aunque yo ya no lo hago. Es eso del filme necesario con el que muchas veces se da validez, aplauso y bendición a filmes comprometidos con las causas comprometidas por sus compromisarios. Argumento vacío esgrimido con la misma fruición ya sea con el último filme infantil (oide) iraní, la última epopeya gay o de mujeres maltratadas (o de pelirrojos en problema , que también los tienen) o el documental definitivo que viene a enseñarnos lo que nadie más que 40 documentales anuales vienen a enseñarnos. Lugares comunes que a veces sirven para ocultar la nadería de una propuesta cinematográfica que ofrece muy poco. No me parecen mal, pero a veces su calidad “artística” es casi inexistente y se parapeta en la supuesta necesidad del espectador de ver esa película (ay que listos somos). Como los libros de Antonio Salas, las canciones de Ismael Serrano o el discurso de el Rey, por seguir aquí en España.
Todo esto viene a colisión con la última obra de Manuel Gutiérrez Aragón, un bienintencionado filme que se arriesga a mostrarnos lo que ocurre en el País Vasco, sin tenerle miedo a las consecuencias que desde ciertos grupos totalitaristas (entiendo como totalitarismo aquel movimiento político y/o social que coarta y aniquila cualquier discrepancia hacia el ideario que se defiende) pueda crearles a los implicados en la empresa. Alabo su prestancia y su valor pero no puedo hacer que esto nuble la percepción de lo que se nos ofrece y de lo que nos encontramos. Que por cierto, es bastante menos de lo que nos están vendiendo desde los medios generalistas. Tres cuartos de lo mismo que la autoparódica Elegy en comedia o la terrible Fuera de carta en drama. O al revés que es casi lo mismo en cierto cine español de calidad.

Todos estamos invitados gravita con insuficiente ahínco entre el filme político de tesis mustia y el thriller seminal de amnésica estructura trivial y rechoncha. Un ejercicio simplón que toma un tema muy serio y lo transforma en un En el punto de mira cualquiera pero con actores españoles, de esos que son más creíbles anunciado yogures o a sí mismos, y con unos recursos técnicos y de producción que dan más risa que otra cosa (sólo hay que ver la persecución que da principio al viaje iniciático del protagonista o el trabajo con figuración en la manifestación a la entrada de la universidad.) Todo aderezado por un guión donde entre el diálogo impostado y las vergonzantes fugas oníricas, descubrimos la sonrojante sensación de estar más cerca de Muchachada nui que de La voz de su amo, por citar una película con etarras más posible y plausible.
Y es que con actores así y guiones asá es muy difícil hacer una buena película. Si a eso añadimos que Manuel Gutiérrez Aragón tampoco aporta mucho más que rutina y subrayados, poco nos va quedando del naufragio cinematográfico. Lejos ya de sus meritos parciales (y tal vez coyunturales) de Camada negra, Sonámbulos o Demonios en el jardín, el director cantabro vuelve a exhibir la torpeza narrativa a la que nos viene acostumbrando en los últimos tiempos (de la tartamuda Visionarios a la simpar La vida que te espera ) y el descuido por los detalles tan esenciales como es la interpretación de los secundarios o la ambientación de los espacios (la cárcel, el hospital andaluz o el bosque donde los gudaris practican el disparo como el que va de merendola.) Por eso más que nunca nos sorprende ver en los créditos el nombre de Félix Murcia entre los implicados en el entuerto.
Detalles como estos nos hacen pensar que más que cine necesario lo que es necesario en España son buenos actores, hábiles guionistas y directores con ideas nuevas. Sin nada de eso nuestro cine seguirá estando herido. De necesidad.

1 Comments:

Blogger Roberto A. O. said...

Eres un crack.

Saludos

3:18 PM

 

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