El hombre invisible
Puede que sea yo o puede que yo ya no sea ni invisible. Este trabajo, señorita, que me tiene, me retiene y me contiene. No sé muy bien ya de oraciones, ni de religiones fundamentales, busco un tesoro pero no salgo de aquí mientras busco un tesoro. La gente me mira como si fuera un muerto que se va a matar. Mis fines de semana se convierten en etapas de montañas sin metas volantes y sin atisbos de escapada. No sé por qué conservo esta alegre sonrisa.
2 Comments:
Muchas veces nos obcecamos pensando y repensando las cosas. Dándole vueltas a lo mismo para llegar a una respuesta cada vez más impuntual.
Muchas veces decimos, "Cago en Dios, que le den por culo!". Y mientras estamos distraídos, llega la inspiración la respuesta al dilema... "María!! Se llamaba María!"
4:07 AM
Conservas la sonrisa porque siempre te gustó el jersey de lunares más que el amarillo y el verde de los irregulares.
La proxima etapa quiero ser tu gregario.
5:38 PM
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