Saturday, July 30, 2005

Un clásico

Al menos para todo el que lo haya escuchado.

Las nanas de la vainilla


Oir puedo tu voz y tu cadencia
acunándome el alma¡Qué delirio
escapar de esta oscura luz de cirio
de tu voz, de tu lira y tu exigencia!

Arrullándome ¡Dios!¡Y qué paciencia!
¡Cuánto esperas que dure mi martirio!
La mansa podredumbre de este lirio
de mi vida, mi carne y mi apariencia.

Cuando oiga el desafino de esta flauta
una nana tupida y amarilla,
congelado veré mi cuerpo inerte,

Estos ojos de frío cosmonauta
se abrirán a un infierno de vainilla
en los brazos azules de la muerte.

Miguel Ángel García Argüez

2 Comments:

Blogger Beaumont said...

Ya me dirás quién es. No había escuchado su nombre en mi vida pero promete mucho

3:44 AM

 
Blogger Joni said...

No sé por qué tres personas me han comentado lo chulo que es el poema y sólo hay un comentario.
Es muy chulo, Lolo

5:54 PM

 

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