La culpa fue
Y en un recoveco de la tarde. Solo, baldío, sólo baldío. Y se me llena la cabeza de lágrimas y manzanas de fresa. Y la voz se hace un puño que sostiene otro puño de donde sale otra voz: tal vez, plantéatelo, ¿no existe la remota posibilidad de que en realidad seas un machista? Y yo que cojo los cuernos por los toros y si ya si te pones minifalda...Si, me equivoco y no sólo a veces soy bastante dado a la exclusión femenina (como casi todos) sino al paternalismo, la generalización o la minusvalorización. Además de esto, también me reconozco frío y cínico, no sólo con las chicas sino con mis amigos y familiares. Soy un témpano de gas metano. Una nevera con conejos muertos y cubitos de vinagre. Una estación de invierno donde ni se practica el esquí ni se plática con los esquiadores. Soy el desastre, el tonto despistado que hundió el Titanic, el partido de curling donde no se empezó con empate. Ayer quizá me equivoqué. Hoy quizá me estoy equivocando. Pero te pido perdón de la única forma que sé.
3 Comments:
Pues yo te quiero así...
Besos.Adiós.
1:50 AM
Yo también os quiero.
Abrazo colectivo...
7:52 AM
Pues yo os quiero a los tres. Aunque no entienda nada
5:03 PM
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